domingo, diciembre 12, 2010

Delirar en voz alta

Mensaje de Eduardo Galeano para América Latina
Cartagena de Indias, Julio de 1997


Si el mundo está patas arriba y cabeza abajo ¿por qué no delirar que el mundo vuelva a estar como él quiso cuando todavía no era?
Así que se me ocurrió imaginar ese mundo posible.


Delirar, soñar en voz alta:
En las calles los automóviles serán pisados por los perros, el aire estará limpio de los venenos de las máquinas y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.


La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado,
ni será mirada por el televisor.


El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas.


La gente trabajará para vivir en lugar de vivir para trabajar.


En ningún país irán presos los muchachos por no prestar el servicio militar; sólo irán quienes quieran hacerlo.


Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de compra.


Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las cocinen vivas.


Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos y los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.


El mundo ya no estará en guerra contra los pobres sino contra la pobreza. La industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra por siempre jamás.


Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión. Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle. Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos.


La educación no será privilegio de quienes pueden pagarla, ni la policía será la maldición de quienes no puedan comprarla.


La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.


Una mujer negra será presidenta del Brasil y otra mujer negra será presidenta de los Estados Unidos; una mujer india gobernará
a Guatemala y otra a Perú.


En Argentina las "Locas de la Plaza de Mayo" serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar, en el tiempo
de la amnesia obligatoria.


La Santa Madre Iglesia corregirá algunas erratas en las piedras de Moisés: El sexto mandamiento ordenará: "festejarás tu cuerpo".
 

El noveno que desconfía del deseo, lo declarará sagrado. La Iglesia también dictará el undécimo mandamiento que se le había olvidado al Señor: "amarás a la naturaleza de la que formas parte."


Todos los penitentes serán celebrantes y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última, ni un día que no sea vivido como si fuera el primero.


Eduardo Galeano ( Uruguay, 1940 )

miércoles, noviembre 10, 2010

Daniela

A veces te sientas en la calle, cansado, después de horas de caminata nocturna, único pañuelo que seca velozmente el agua salada. Ese suspiro helado que acompaña en todo el trayecto hacia el mar de recuerdos agobiantes, hallados en constante metamorfosis dañina para la mente humana tan endeble. Parecen destruir, a golpes certeros, esa caja de dulces y sueños mágicos que embelecen toda el alma. Culmina con rastro de cordura angelical, y parece romper en una nube de polvo que te dirige a una corriente de agua salada… Ya nada es dulce. El sol ya no nacerá al final de la caminata.

lunes, agosto 30, 2010

NIETZSCHE, HEIDEGGER Y LA ERRANCIA POR EL NIHILISMO POSHUMANO

 Nietzsche advierte el desmoronamiento de lo humano en el nihilismo, en la grieta sin fondo producida por la muerte de Dios. Aunque quien murió realmente es el sentido, la dotación de sentido. Dios es una metáfora heredada, una concesión al pensamiento representativo.

Demasiados siglos de vacío, mitigado o escondido detrás del nombre de Dios, posibilitaron la aplicación de otra metáfora para evocar su ausencia. Muerte. Decimos muerte de Dios al desconcierto advenido a partir del momento en que, según Heidegger, se dejó de pensar el ser y se apuntó simplemente al ente. Con el agravante de la carencia de respuesta a los porqué, o con la obtención de respuestas simplemente técnicas. La técnica ni siquiera provoca balbuceos respecto del ser, pero grita con desmesura sobre el ente, desde el ente, mediante el ente. En tiempos nihilistas no se atisba una entrega serena al pensar. Se avista, más bien, una manipulación del lenguaje en función de la eficacia. Se lo utiliza como parodia sustitutiva del juego estético en el que gravita. Se lo arrasa.

En épocas de nihilismo, es decir desde los griegos clásicos hasta nosotros, el lenguaje -cada vez más- ha sido disecado por el vampirismo técnico. Primero por la filosofía sistemática, luego por la razón científica, hoy por la postécnica. El lenguaje ha sido invadido por la utilidad técnica y se ha contaminado por su velocidad, y como lo veloz busca lo breve, la lengua es compactada en siglas, códigos de chateo, números identificatorios, mensajes de texto y otras economías discursivas. Los informes técnicos omiten la adjetivación. Los destinatarios humanos se convierten en números. Transitamos un estadio poshumano. Pues si la esencia del hombre, como dice Heidegger, es el pensar y en nuestra época éste no tiene lugar, se disloca su esencia aunque sigua siendo hombre, si bien no “puramente” humano. Hoy los humanos además de interactuar con lenguajes adocenados estamos atravesados por la técnica. Somos cyborgs. Transitamos una vuelta de tuerca de la evolución. Hemos accedido a la fusión entre vida y tecnología.

A partir de estas nociones sigo tres ejes de análisis. En primer lugar repaso la concepción de nihilismo en Nietzsche. Luego me refiero a la especial preocupación por la ausencia de sentido en Heidegger. Finalmente aventuro la idea de que ambas posturas se encontrarían en un pensamiento sobre la contundencia de la técnica, considerada desde su inserción en la complejidad del mundo.



1. El nihilismo nietzscheano




Nietzsche piensa el nihilismo como resultado de la pérdida de credibilidad en valores vitales. Solo los griegos arcaicos habrían disfrutado en plenitud de esos valores. El filósofo siente nostalgia por ese paraíso perdido. No hay alegría en la proclamación nietzscheana de la muerte de Dios. Hay pena por la tosquedad de los mascarones con los que se intenta suplantarlo. La verdad socrática, el bien platónico, el motor inmóvil, el monoteísmo y -en otro nivel de nihilismo- la ciencia y la técnica. Se suelen reconocen al menos tres tipos de nihilismo en el pensamiento nietzscheano: el decadente, el integral y el futuro.

El nihilismo decadente es calificado, por Nietzsche, como “monótono-teísmo” y alude a la metafísica teológica. La metafísica occidental, aun pretendiéndose laica, deifica sus conceptos rectores. Postula que existen realidades abstractas más allá de lo empírico, que residen en un espacio ideal, que fundamentan la naturaleza y al mundo. Este nihilismo genera trasmundos conceptuales a los que se priva de movilidad y cambio. Los principios meta-físicos son como esqueletos intelectuales de una vida que en realidad es precaria, imprevisible, finita. Los metafísicos, esos “albinos del pensamiento”, inventan principios rectores y luego se arrodillan ante su sombra.

Pero en realidad, no hay nada más allá de la physis y el mundo, al menos nada que nosotros podamos conocer. Sin embargo, se erige un fundamento como principio inmutable que originaría y contendría al devenir, a este cambio permanente que se nos manifiesta por doquier. El esfuerzo nietzscheano reside en mostrar que esa actitud negadora de la vida responde a la decadencia, a la falta de energía para enfrentar lo azaroso de la existencia. El temor de no tener algo estable, único y verdadero donde aferrarse es decadente, en tanto postula hipóstasis negadoras del cuerpo y de sus impredecibles circunstancias. Los filósofos monoteístas, que creen haber superado el mito y la religión, sufren también compulsión hacia un principio inmutable que le otorgue sentido a la acción humana. El nihilismo decadente, según Nietzsche, responde a la figura del camello, el animal agobiado por el peso de su carga.

El primer nihilismo, acechado por la sombra de Dios, es destruido por un segundo nihilismo, el integral. Sus representantes son quienes Nietzsche, no sin ironía, denomina “espíritus libres”. Ellos se enrolan en las filas de la ciencia. Este nihilismo históricamente corresponde al surgimiento de la modernidad. Desde la visión heideggeriana es la época de la ratio, del imperio de la racionalidad científica. El espíritu libre nietzscheano es la encarnación del escepticismo aplicado a todas las cuestiones, especialmente a las más idealizadas. Pero se descubre que detrás de ese escepticismo también se encuentra la necesidad de tener un ideal para aferrarse, si bien los espíritus libres no se dan cuenta porque están muy ocupados destruyendo las sombras de Dios. Sin embargo, comenzaron inventando un sentido y terminaron olvidándose que lo habían inventado. Lo convirtieron en la verdad trascendente de las leyes “naturales” y de la lógica. La voluntad de verdad científica sustituyó la postulación de mundos ideales monoteístas, pero terminó creyendo en una objetividad y una verdad válidas por sí mismas. La voluntad científica persiste en un nihilismo negador del poder y del cuerpo. Su figura es la del león, que se despojó de las cargas que agobiaban las espaldas del camello, pero su apego a la ratio lo condena a subsistir en cuatro patas.

Cabe esperar entonces un tercer nihilismo, el futuro. Este nihilismo se concibe auspicioso porque sabe de la muerte de Dios, tanto en su versión teológico-filosófica como tecno-científica y acepta el sin sentido. Se plantea la posibilidad de construcción de nuevos sentidos, asumiéndolos como simulacros. Sin pretensión de encontrar verdades ni de postular cosas en sí. Es el nihilismo del filósofo artista que asume la verdad como metáfora. El que actúa de un modo intempestivo que, en Nietzsche, significa tanto actuar contra el tiempo como a favor de un tiempo por venir, reafirmando siempre el momento presente, los hechos. Los espíritus libres allanaron el camino del nihilismo futuro, fueron su transición, pero se aferraron al tiempo inmutable de las leyes que ellos mismo crearon. Las inventaron y luego las proclamaron inmutables.

El nihilista creativo, en cambio, crea nuevos valores sobre la tela de araña de la racionalidad científica. Desaparece el principio fundante y, en su lugar, se produce un desocultamiento de sentidos momentáneos, cambiantes, aceptadores del tiempo. Sin aspiración de eternidad. Un politeísmo de valores sin fundamento, que destruye las nociones de sujeto, unidad, verdad, moral y los demás ídolos del pensamiento tradicional. Al eliminar la noción de principio se hace posible la multiplicidad vital. Nietzsche no solo destruye la escala de valores, sino el espacio en el que se sostenían. No invierte los valores, los deja precipitarse en caída libre. Ni siquiera la voluntad de poder queda en pie como principio. La voluntad de poder es interpretante, obra perspectivamente respondiendo a un pluralismo que no pretende unificación. El camello del primer nihilismo, transformado en león en el segundo, deviene niño en el nihilismo futuro. Nietzsche no cree en sus propios simulacros, pero como sabe que ni los nómadas pueden vivir sin viviendas momentáneas construye falsificaciones, refugios pasajeros, dioses fugaces.



2. El peligro heideggeriano



 Heidegger apunta a una superación del nihilismo orientando el pensar hacia la técnica, hacia esa inquietante figura del ser surgida en la modernidad. Pero no se trata de pensar la técnica únicamente como mero instrumento, aunque lo sea. Se trata de pensarla en tanto se instaura entre el cielo y la tierra, entre los humanos y los divinos. Se trata de nuestro modo de ser en el mundo y, en función de ello, la esencia de la técnica reclama ser penetrada por el pensar meditativo.

Si buscásemos la esencia del árbol tendríamos que elegir aquello que domina a través de los diferentes árboles, aquello que se pudiera encontrar entre los alerces, los robles, los pinos, los arrayanes y los restantes árboles. Si la esencia no reside en la existencia de un árbol particular, sino en el engranaje formado por los árboles, el mundo y el ser que los piensa; otro tanto ocurre con la técnica, cuya esencia no es algo técnico. Pero tampoco avanzaremos en nuestra búsqueda si consideramos la técnica como algo neutral, a la manera de los epistemólogos neopositivistas. La supuesta neutralidad de la tecnociencia solo consigue cegarnos respecto de su esencia. Según Heidegger, es en este punto donde anida el peligro. No específicamente debido al potencial de la técnica, independientemente de que en sí misma entrañe riesgos, sino por la amenaza de que permanezca en el misterio para nosotros, sus creadores, sus usuarios, los que formamos mundo con ella.

El filósofo señala senderos posibles, dice que la esencia de la técnica es la convergencia con el mundo, aunque también su distanciamiento. El acecho de la verdad y su ocultamiento. Porque la falta de cercanía entre técnica, humanos y mundo ejerce su propio disimulo y -entre los destellos del esconder y el develar- nos deja ver que, a veces, es el humano un medio para la técnica. Ella lo arrastra tras de sí como mero instrumento. En definitiva la esencia de la técnica es el ser mismo con su propensión al misterio y el silencio, aunque también al ocasional develamiento. En el desocultamiento de la técnica mediante el pensar se encontraría, para Heidegger, la salida del nihilismo, ya que “cuanto más nos acerquemos al peligro, tanto más claramente comienza a destellar el camino hacia lo salvador, tanto más preguntadores llegamos a ser. Pues el preguntar es la devoción del pensar.”


3. El encuentro errático con lo poshumano



Cuando los seres prehistóricos convirtieron una rama en palanca o el hueso de un cadáver en arma, la técnica comenzó a operar como prótesis, como extensión de las posibilidades humanas, como aditamentos externos. Pero desde mediados del siglo XX la técnica se atrevió a introyectarse en los organismos biológicos. Injertos, trasplantes, implantes, manipulaciones genéticas, híbridos biológico-tecnológicos. Ante este panorama se impone pensar no solamente la técnica, tal como la conocieron Nietzsche e incluso Heidegger, sino también la circunstancia del devenir técnica de lo humano. Los desafíos de la ingeniería genética y los desarrollos de las tecnologías digitales nos fuerzan a encarar nuevamente la pregunta de qué significa ser humano. En la época de la postécnica los minerales devienen estructura ósea, las combinaciones químicas circulan por la sangre, los chips se insertan en la carne y se avizora incluso la posibilidad de ser no-carne. El traspaso de redes neuronales al ciberespacio concretaría, en unos decenios más, al hasta ahora hipotético sujeto virtual.

El analista de la cultura Gregory Stock considera que antes de finalizar el siglo XXI desaparecerá el último humano. En esta prognosis tal desaparición será motivada por la genética y la biotecnología, que permitirán mutaciones que ya se están produciendo. Estas transformaciones apuntan a un nuevo modo de ser humano que ha dado en llamarse poshumano o transhumano.

Según Donna Haraway tenemos que repensar lo político en función de nuestra paulatina transformación en cyborgs. Parangonando al Heidegger de 1955, podríamos decir que esta realidad biotécnica “está hoy más cerca del hombre que el propio labrantío en torno a la finca, más cerca que el cielo que cubre el campo, más cerca que la marcha de las horas del día y la noche, más cerca que los usos y costumbre de la aldea”.

Nietzsche se conmocionó ante el nihilismo y señaló caminos para transitarlo abriendo posibilidades de sortearlo, conservándolo. También Heidegger se estremeció ante la sustracción de sentido y consideró formas posibles de superar la nada. Ambos atisbaron que se aproximaba una transformación por medio de la técnica. Incluso Nietzsche vaticinó nuestro destino poshumano. En estos filósofos no alienta un pensar desde fundamentos universales y pretendidamente atemporales. Ahora bien, si consideramos que lo contrario del fundamento es la errancia; me pregunto cómo habría que errar por el nihilismo actual instalado en el entre-dos formado por la naturaleza y lo técnico, lo biológico y lo digital, lo vital y la máquina.

Esther Díaz


Fuente: http://www.estherdiaz.com.ar/

domingo, agosto 29, 2010

Movimiento Nacional Campesino Indígena Vía Campesina

Argentina, 24 de marzo de 2009

A un año del alzamiento del “campo”, a 33 años del golpe Genocida.

A un año de la 125 y a 33 años del golpe nos encontramos con el país violentamente sitiado, otra vez, por la burguesía agraria y los medios de comunicación.
El 24 de marzo de 1976 una organización ilícita que denominamos “dictadura” se alzo en armas contra la democracia para modificar la estructura económica, política social y cultural de nuestro país. Tal es así que para 1976 la lucha popular había logrado que aproximadamente el 50 % del PBI quede en manos de los trabajadores Y en la actualidad en la más optimista de las estimaciones a los trabajadores nos toca el 20% del Producto bruto. La pobreza, la indigencia, la destrucción de la naturaleza, la desnutrición infantil, la mercantilización de la vida y los bienes naturales, la famosa inseguridad, son todas consecuencias de este modelo impuesto por la violencia.
Pero la organización ilícita de la “dictadura” no estaba conformada solo por militares traidores a la patria, sino que estaba sostenida por medios masivos de comunicación, sectores de la iglesia católica, partidos de derecha y de “izquierda”, organizaciones ruralistas (Sociedad Rural Argentina, CRAA), y empresarios de distintos rubros. Todos respaldados y asesorados por la CIA.
Lo anteriormente dicho no es nada nuevo, pero el repaso podemos utilizarlo para analizar la actualidad. Porque más allá de que la democracia actual sea bastante precaria, ha sido una conquista de las luchas populares y hoy los mismos actores de 1976 intentan reducir aún más la porción que nos queda a los trabajadores, campesinos y desocupados.
A partir del 11 de marzo del 2008 con la resolución 125 esta organización ilícita que llamamos la “derecha” encontró un punto desde donde golpear a la democracia y al mismo tiempo defender sus desorbitados privilegios.
El modelo de agricultura industrial ha demostrado en todo el mundo que no es capaz de disminuir el hambre. Todo lo contrario, desde el desarrollo de los modelos de producción basados en monocultivos transgénicos, (que insumen altas cantidades de agro tóxicos y donde la comercialización está altamente concentrada), ha aumentado el hambre, se han agravado los problemas ambientales, han aumentado considerablemente los casos de cáncer y otras enfermedades causadas por agro tóxicos, se han elevado considerablemente los precios de los alimentos, se han desalojado miles de familias campesinas que han debido emigrar a las ciudades y , la lista de terribles consecuencias de este modelo podría seguir en páginas enteras.
Hoy la mesa de enlace no representa, en ninguna medida, la voz de actores dispuestos cambiar este modelo. Desde la SRA hasta la FAA están representados grandes terratenientes, grandes empresas agrarias, medianos empresarios agrarios y rentistas de la tierra.
No podemos seguir confundiendo a la mesa de enlace con “productores” tal como existían hace 40 años, porque esos intereses no son los que defiende la mesa de enlace, repasemos: Se opusieron a todos los beneficios de la 125, se opusieron a la nueva ley laboral que garantiza condiciones mínimamente dignas a los peones rurales, se opusieron a la insinuación de que el estado regule el comercio de granos, entre otras cosas.
A los sectores “progresistas” que le dan crédito a la FAA preguntamos: ¿Por que la mesa de enlace no escracha y denuncia a las multinacionales que se quedan con una parte muy importante de las ganancias de la soja. Monsanto, Syngenta, Cargyl, Nidera entre otras, no solo venden los paquetes tecnológicos a altos precios internacionales, si no que monopolizan la comercialización internacional de granos, estas multinacionales se quedan con un porcentaje mayor que el estado con las retenciones. Entonces ¿Por qué no le hacen piquetes en el puerto a Monsanto? Estamos convencidos de que es porque defienden el mismo modelo de producción, porque son socios en el saqueo y están dispuestos a compartir ganancias entre ellos, pero no con los trabajadores.
Para ellos la democracia solo vale cuando se satisfacen sus ambiciones porque subestiman al pueblo en su capacidad de decidir. Y eso queda claro cada vez que no logran su cometido en las instituciones, entonces van a los piquetes y al desabastecimiento jugando con el hambre del pueblo. ¿Quiénes pueden estar tanto tiempo sin trabajar y sin vender su producción? Solo estas clases sociales, grandes, medianos y pequeños terratenientes rentistas, y grandes y medianos empresarios de la soja.
En el campo los abusos contra las comunidades campesinas e indígenas son continuos, perpetrados por empresarios vinculados a la mesa de enlace que tienen como fin apropiarse de nuestro territorio para mercantilizarlo con la sola idea del lucro desmedido: Cuentan con la complicidad de jueces, policías y funcionarios corruptos. En la actualidad se violan sistemáticamente los derechos humanos en el campo. Matones armados, cárceles con causas inventadas, y topadoras que desmontan y arrasan con predios de producción, avionetas que hacen llover venenos sobre barrios urbanos; casas, pozos de agua, corrales, chacras de producción de alimentos. Son todas situaciones contra las cuales luchamos hoy, a 33 años del golpe.
Es imprescindible que se avance con los juicios a los genocidas para poder avanzar en justicia, pero no podemos quedarnos conformes solo con eso, los ddhh se siguen vulnerando.
El gobierno tampoco ha demostrado jugarse por un proyecto alternativo, mas allá de medidas coyunturales y tácticas como la 125 o la estatización de las AFJP, positivas pero fuera de un programa estratégico. No ha elaborado un plan para fortalecer al campesinado, para comenzar a construir un modelo alternativo. Ha retrocedido a una política de alianzas que está lejos de poder enfrentar a la derecha. Y no hay signos de que intente promover la unidad del campo popular en función de un proyecto nacional que trascienda al kischnerismo.
Además 95% de los recursos de la Secretaria de agricultura ganadería pesca y alimentación van a parar a los agro negocios, es decir a los sectores representados por la mesa de enlace
Si realmente queremos justicia social, cuidar nuestros bienes naturales y desarrollarnos como nación, debemos construir un modelo agropecuario diferente, basado en la diversidad de cultivos, la agroecológica como técnica, el mercado interno como prioritario y la vida campesina como sustento.




Reflexiones finales para el debate

· Las retenciones no solo distribuyen ingresos, si no que son una barrera al avance de la soja y al modelo extractivo y exportador, de esta manera sostenemos el precio de los alimentos y protegemos nuestra salud y ambiente. Es una herramienta táctica que no podemos dejar de defender hoy. Sin embargo debemos trazar herramientas estratégicas de desarrollo rural, nosotros proponemos la soberanía alimentaria como horizonte estratégico de mediano plazo.

· La crisis financiera termina de demostrar que no es posible el desarrollo sustentable en el marco del capitalismo. Debemos aprovechar el momento para que los trabajadores y trabajadoras adhieran a un proyecto de transformación.

· Es imprescindible fortalecer las organizaciones populares autónomas de partidos y gobiernos, capaces de generar propuestas y acciones transformadoras, de apoyar las medidas populares de los gobiernos y combatir los avances del capital.

· Las multinacionales deben ser declaradas enemigas estratégicas del campo popular y la lucha debe centrase contra ellas.

· Los bienes naturales y la tierra no son mercancías y no pueden estar en manos de unos pocos.

· Soberanía alimentaria como alternativa al modelo agrario: La tierra con función social en manos de campesinos que vivan y trabajen la tierra con métodos agroecológicos. Organizaciones populares de consumidores que coordinen el intercambio de alimentos y bienes. Mercados populares que abastezcan a los barrios, pueblos y ciudades.

lunes, agosto 02, 2010

Todo es pasajero

"Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARA”.

Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.

El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.

Entonces el anciano le dijo:

-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas. "

miércoles, julio 28, 2010

Escenas


Breve comentario:
Cuantas veces se ve en funcionamento tal comportamiento.
Esa terquedad que nos prohibe ver mas allá de esos dedos que cubren nuestros ojos, que nos arrastra a la ignorancia, discriminación, y a violentarnos contra otros en pos de imponer nuestra verdad, sea o no correcta, sea o no coherente.
Luchas entre estos distintos pensamientos, lo vemos a diario.
Con pancartas, bombos, intentando aniquilar ese pensamiento "INCORRECTO", sin saber siquiera de el. Su origen, argumento, etc...
Esta intolerancia que llega realmente a lastimar gente, y prohibir el libre albedrío.
No tomemos cada información como única verdad irrefutable. Ya que, "Las ramificaciones de la Verdad Central y absoluta son infinitas."
Saludos.